A medida que se acercan los Juegos Olímpicos 2024 en París, la controversia no cesa. Aunque Francia ha invertido considerablemente en la infraestructura para el evento, con una suma notable dedicada al acondicionamiento de tramos del Sena y el Marne para competencias de natación, no todos están contentos con estas decisiones.
Los ciudadanos, descontentos con la asignación de recursos y la prioridad dada a las reformas urbanas, han ideado una forma única de protesta. Convocados por redes sociales bajo el hashtag #JeChieDansLaSeineLe23Juin, planean verter excrementos en el río justo antes de que figuras políticas como la alcaldesa de París, Anne Hidalgo, y el presidente Emmanuel Macron, cumplan con su promesa de nadar en aguas públicas para demostrar su limpieza.
La iniciativa, que ha generado tanto apoyo como críticas en las redes sociales, incluye la creación de un sitio web para coordinar la participación de personas de diferentes partes de Francia, calculando el momento óptimo para que los desechos lleguen a París el 23 de junio, fecha programada para la demostración oficial. Incluso se ha establecido un punto de encuentro específico en el Puente Marie, IV Distrito de París, para aquellos que deseen unirse al acto de protesta.
Las autoridades locales, mientras tanto, han minimizado la situación, calificándola como una “broma” y subrayando el objetivo simbólico de la acción. “Más allá de la provocación, es una manera de destacar que los líderes están dispuestos a nadar en las mismas aguas que los ciudadanos”, comentó Emmanuel Grégoire, primer teniente de alcalde de París.
A medida que la fecha se acerca, la ciudad se prepara para un evento deportivo mundial, pero también para una manifestación poco convencional que refleja el descontento público con las prioridades gubernamentales y el gasto público en medio de los preparativos olímpicos.
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